Perro.

Acá llego, de allá que venia, y difícil la huida, hacia allá me espera.
Acá ensillado en un escritorio esta de alas mojadas un muscomestico.
Padre directo de Muscomestica.
Nació de mi ceño danzante en una tarde de misticismo donde el tiempo pasaba como dormido...
Y teñía la vida de incertidumbres... Es el sueño que me despertó.
Luego la cosa se torno hacia un patio de vinos y tabacos y reunión.
Donde escuche el sonido del cristal mas diamante que me segó como pocos,
Y deliro mis oídos.
Y caí en la maldición Árabe.
La mas pesada y brava maldición que este maldito siempre muerde.
¿Como enfrentas al Amor? Algo que no tiene dogmas, ni doctrinas y hasta devora la libertad mas absoluta con el solo vibrar de labios.
Como mantenerme sin el llanto, soportando los chillidos mas siniestros de puertas y ventanas.
Fui despojado de mi sueño mas preciado, como un perro.
Luche y reme y hasta me ahogue tan solo para ver la oscuridad, cuando buscaba el brillo.
Mefistofeles reía, anoche cuando perdía el control, y él reía.
Pero acá estoy moribundo escribiendo este poema, intentando la poesía.
El demonio quiere aplastar a este perro con sus pisadas poderosas.
Ella me hecho como se hecha a un perro y me fui como el perro mas tonto.
Ni la dulzura mas forjada, pudo apagar su desprecio hacia mi maltratado amor.
Nadie quiere escuchar el ladrido de este perro.
Y voy hacia delante ciego pero nítido de temores.
Me tapo con cobijas y me envuelvo en cobijas y mas cobijas;
hasta ser una montaña de cobijas.
Soy el perro del cosmos bien pateado. Y voy a seguir siendo pateado...
Porque soy un gato que no tiene dueño, y este gato también ladra y este perro también llora.
Porque cuando quiero me hago hemoglobina, me hace liquido el infierno y bebo vino con el rock de los Redondos, y me escapo hacia algún recinto de pogos.
Soy una amenaza, soy un coagulo seco y vuelto liquido.
Soy el agua mas podrida y porfiada del rió.
Pero de nada sirve porque soy un sin-cero buenazo y pelotudo.
Soy un sorete pelotudiado.
Pero créanme que cuando hiervo  no hay ningún guapo que acerque los dedos al agua.
Porque mi enojo que solo es debido a no emancipar la paz, arrastra pieles.
Así desnudo, testarudo, morfado indeterminadamente.
Pero van a  reír y yo estaré ahí desvistiendo el ritual,
Acomodando la carcajada.
A perro malo nadie lo patea, pero ese es fácil de matar.
Este perro gato, no es tan fácil, ni lo sera.
Voy hacia la melodía, voy a desnudarme.


                                                       Grullio Pozarli. (09/10/13. A las 06:10 Hora del pacifico en verano)