El miedo no paraliza. Uno se paraliza. Enfréntate entre tus sombras. Esta vida es como el ajedrez, aveces para lograr un gran camino hay que sacrificar una buena y aveces la mejor.
(Muscomestica en la contemplación de los arroyos secos de Ciudad Hipotenusa).
Ciega Muscomestica dijo: Voy haceptar la vida, como lo hace mi respiracion... Las multitudes no escucharon. Pero sintieron que era algo importante. Se levantaron y aplaudieron. Pero nadie escucho nada. Las manos golpeaban. No se escuchaban. Muscomestica apenas sintió unas vibraciones. Respiro profundo y en simultaneo escucho los aplausos, contiguo abrió sus complejos ojos.
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