martes, 19 de febrero de 2013

El misticismo, muscomestica y yo.

 Lo que muchos llaman inteligencia es lo que veo como una escalera muy trecha por donde bajan Dioses hasta llegar a un mar de arena y estiércol donde nadan, flotan y hasta se ahogan.
 Lo que veo en los libros es esclavitud como en todos lados.
Un misticismo real es imposible de abordar tanto como lo es una realidad de mito.
Solo el pensamiento es real y solo el pensamiento es mito.
Pero si no existiera el pensamiento eso seria realmente místico.
El misticismo es un silencio sordo.
Tanto la ignorancia cultural como la ilustración son  cárceles omnipotentes.
Pero el misticismo puro es una libertad universal, pero continuamente, potencial presa de la razón; de lo ubicado; de lo lógico; de lo correcto y corregido; de lo humano.
Creer o no creer, eso no importa. Estar mas allá de la vida y de la muerte, tampoco importa.
Este misticismo y yo es respirar las cuatro cosas en unidad.
Este yo que no es místico y ese misticismo que no soy yo.
Como Muscomestica, ese ser real, sin razón (tal vez) Pero juzgado de místico ser, por alguien que lo da por hecho en una esclavitud de verdad. Tal vez solo sea una sensibilidad volando y buscando basura, tal vez solo sea eso Muscomestica.
Pero dentro de esta cárcel de conocimientos o de juego por cual no morir, lo eh nombrado con la corona de ser místico.
Los reyes también son esclavos.
Pero muscomestica no, no es esclava porque vive y descansa y muere en la libertad de la irracionalidad y mas aun de la  mística.
Y la mística es ese mundo incalculado, intangible y Ultra-pulsionado.
Como si fuera un hueso plástico que te sacudes al medio del vació de tu agua.
Puedes seguir caminando, puedes esconderte, cagarte encima, escupir mármoles  masticar caucho, bailar, trabajar, retornar a lo que nunca se retorna, pero el siempre estará ahí en lo alto, el misticismo.
Talvez sea tu propia voz hablando en silencio, en un retorno que nunca puede retornar, solo repetirse.
Pero la repetición no busca misticismo.
Todo lo contrario.

                                                                                                          Grullio Pozarli.







1 comentario:

  1. Me encanto.

    Filosófico, ontológico.

    Fuera el positivismo, viva el vitalismo!

    ResponderEliminar