Lo que muchos llaman inteligencia es lo que veo como una escalera muy trecha por donde bajan Dioses hasta llegar a un mar de arena y estiércol donde nadan, flotan y hasta se ahogan.
Lo que veo en los libros es esclavitud como en todos lados.
Un misticismo real es imposible de abordar tanto como lo es una realidad de mito.
Solo el pensamiento es real y solo el pensamiento es mito.
Pero si no existiera el pensamiento eso seria realmente místico.
El misticismo es un silencio sordo.
Tanto la ignorancia cultural como la ilustración son cárceles omnipotentes.
Pero el misticismo puro es una libertad universal, pero continuamente, potencial presa de la razón; de lo ubicado; de lo lógico; de lo correcto y corregido; de lo humano.
Creer o no creer, eso no importa. Estar mas allá de la vida y de la muerte, tampoco importa.
Este misticismo y yo es respirar las cuatro cosas en unidad.
Este yo que no es místico y ese misticismo que no soy yo.
Como Muscomestica, ese ser real, sin razón (tal vez) Pero juzgado de místico ser, por alguien que lo da por hecho en una esclavitud de verdad. Tal vez solo sea una sensibilidad volando y buscando basura, tal vez solo sea eso Muscomestica.
Pero dentro de esta cárcel de conocimientos o de juego por cual no morir, lo eh nombrado con la corona de ser místico.
Los reyes también son esclavos.
Pero muscomestica no, no es esclava porque vive y descansa y muere en la libertad de la irracionalidad y mas aun de la mística.
Y la mística es ese mundo incalculado, intangible y Ultra-pulsionado.
Como si fuera un hueso plástico que te sacudes al medio del vació de tu agua.
Puedes seguir caminando, puedes esconderte, cagarte encima, escupir mármoles masticar caucho, bailar, trabajar, retornar a lo que nunca se retorna, pero el siempre estará ahí en lo alto, el misticismo.
Talvez sea tu propia voz hablando en silencio, en un retorno que nunca puede retornar, solo repetirse.
Pero la repetición no busca misticismo.
Todo lo contrario.
Grullio Pozarli.
martes, 19 de febrero de 2013
martes, 5 de febrero de 2013
El doble de los sabores en las palabras.
Pelotudo es esa persona que confía,
Boludo es aquel que te es fiel,
Lento es aquel que calcula y te estima,
Sumiso es aquel que no te molesta,
Loco es aquel que te lleva a volar y te
alivia,
Estupido es aquel que te hace pensar,
Tarado es aquel que te hace reír,
Torpe es aquel que te da la mano,
Pobre es aquel que no te envidia,
Cobarde es aquel que no te hace daño,
Mudo es aquel que te escucha,
Tímido es aquel que te ama,
Sensible es aquel que te seduce,
Poeta es aquel que te da calor.
Fracasado es aquel que te pone a prueba.
Valiente es aquel que te da la palabra.
Grullio Pozarli.
lunes, 4 de febrero de 2013
Piscis
Es como una parte generalizada, pero única.
Es el tango mas triste, escrito con sangre.
Es una fuga de gas en el apartamento de Buda.
La bondad mas saturada.
Un cosmos de extravíos y colores; una rareza, rara hacia esta.
Las normas ríen, las rarezas lloran en los cristales de los pómulos de estos peces atigrados y feroces.
Su planeta regente es la anarquía. Haciende en el caos del caos.
Su lengua socialista, sus pies bandoleros.
Si se libera, el mundo se arrodilla en un temor correcto y razonable.
No exige nada, pero no se lo despierte.
Es una coraza que rueda en un sin fin de tortugas...
Es como el poema que se vuelve rosa y esta hoja y esta páramo y esta un techo de algún pantano lleno de especies.
Es quien usa los colores sin mirarlos, sin la menor fuente de luz, quien luego los repasa.
Es la esencia mas vieja y sabia de los tonos.
Es quien no sabe nada, por haberlo visto todo.
Quien se canso de resucitar y se durmió de morir.
Oidlo humanos, oidlo animales! Los planetas han hablado!
El esta en la pared de la verdad, el invento la mentira para jugar, porque vive en las verdades mas puras y mata las verdades mas truncas.
Libertad de fiebre.
Cárcel de libertad.
Cascada del vació.
Piscis te saluda! Los que vamos a morir!
Tiñe los ojos de la cuerda de la unidad.
Tu que vives y liberas en la desnudes de los siglos.
Mil años te han dado ¿o acaso más? criatura de la belleza que no rezan, revistas ni vidrieras de la estupidez.
Todas las lengua, todos los fuegos, todos los sexos, todos los dioses, todos los muertos, todos los vivos.
Todas las aguas el agua.
Y un corte sobre Cortazar...
Y una esfinge sobre Piazzolla...
Melancolía te llaman, piedra de araigo
¡Piscis! Grita Zeus
Dionisio llora en la mesa sobre su brazo y escupe el vino... Y lame la mesa mientras sueña con peces cruzados.
Apolo salta desde su pecho mas pronunciado y se quiebra el cuello y llora como una niña. Pero se pone de pie y rinde homenaje también. Luego llora de emoción atlética.
Dionisio eructa nuevamente y se retira al baño mientras se rasca el culo con su nariz.
La niebla sobre todas las hojas.
Un capricornio le aúlla y un Sagitario roe su cuello.
Las aulas del mundo se vuelven de cascara y se rajan con ruido de eucaliptos quebrando.
Nacen la inteligencia y la razón.
Los ojos abiertos
Los dos peces en el sol.
Grullio Pozarli.
Es el tango mas triste, escrito con sangre.
Es una fuga de gas en el apartamento de Buda.
La bondad mas saturada.
Un cosmos de extravíos y colores; una rareza, rara hacia esta.
Las normas ríen, las rarezas lloran en los cristales de los pómulos de estos peces atigrados y feroces.
Su planeta regente es la anarquía. Haciende en el caos del caos.
Su lengua socialista, sus pies bandoleros.
Si se libera, el mundo se arrodilla en un temor correcto y razonable.
No exige nada, pero no se lo despierte.
Es una coraza que rueda en un sin fin de tortugas...
Es como el poema que se vuelve rosa y esta hoja y esta páramo y esta un techo de algún pantano lleno de especies.
Es quien usa los colores sin mirarlos, sin la menor fuente de luz, quien luego los repasa.
Es la esencia mas vieja y sabia de los tonos.
Es quien no sabe nada, por haberlo visto todo.
Quien se canso de resucitar y se durmió de morir.
Oidlo humanos, oidlo animales! Los planetas han hablado!
El esta en la pared de la verdad, el invento la mentira para jugar, porque vive en las verdades mas puras y mata las verdades mas truncas.
Libertad de fiebre.
Cárcel de libertad.
Cascada del vació.
Piscis te saluda! Los que vamos a morir!
Tiñe los ojos de la cuerda de la unidad.
Tu que vives y liberas en la desnudes de los siglos.
Mil años te han dado ¿o acaso más? criatura de la belleza que no rezan, revistas ni vidrieras de la estupidez.
Todas las lengua, todos los fuegos, todos los sexos, todos los dioses, todos los muertos, todos los vivos.
Todas las aguas el agua.
Y un corte sobre Cortazar...
Y una esfinge sobre Piazzolla...
Melancolía te llaman, piedra de araigo
¡Piscis! Grita Zeus
Dionisio llora en la mesa sobre su brazo y escupe el vino... Y lame la mesa mientras sueña con peces cruzados.
Apolo salta desde su pecho mas pronunciado y se quiebra el cuello y llora como una niña. Pero se pone de pie y rinde homenaje también. Luego llora de emoción atlética.
Dionisio eructa nuevamente y se retira al baño mientras se rasca el culo con su nariz.
La niebla sobre todas las hojas.
Un capricornio le aúlla y un Sagitario roe su cuello.
Las aulas del mundo se vuelven de cascara y se rajan con ruido de eucaliptos quebrando.
Nacen la inteligencia y la razón.
Los ojos abiertos
Los dos peces en el sol.
Grullio Pozarli.
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