AHORA QUE NO LLORA POR MI.

Mis disculpas por escribir este mail a altas horas tempranas. Pero me lo exigió una fuerza extraña y de muy adentro.

Hay van mis expresiones. AHORA QUE NO LLORA POR MI, es la primera vez que lo paso virtualmente y es algo que escupí muy de adentro. Escribo siempre lo mas fugas y sintético porque no me gusta hacerle a la gente perder el tiempo.

(Esta seria la segunda vez que va virtualmente) Pero la primera es insuperable. Lo envié a una persona muy especial. Demasiado especial...


AHORA QUE NO LLORA POR MI.

En el rincón fumando el tabaco domingo. Se sueltan las lagrimas, ahora que mi guitarra no llora por mi. Volviendo a encontrarme revelo que no me entiendo. Todo pesado mi pecho, el sabe de mi angustia de no ser nada, como si fuera el existencialismo más puro. Como queriendo gritarle a los creadores de esa corriente  ¡El existencialismo soy yo!
 Como huyendo en cada paso.
 Como si pudiera acertadamente saber que la felicidad mas habitada, ese estado tan difícil  la felicidad. Estuviese en su boca, su sonrisa, rulos y nariz. Tal vez también en su explotar enérgico  en sus pies, uñas, torso, hombros chocolate, piernas, abdomen, en su paraíso labial, en su circular infinito desde donde puede subir a su espalda, paraíso de los ciegos; luz de los sordos, como la exclamación mas fuerte y dulce de los mudos.
 Porque es el retorno a la vida desde la caverna mas oscura que habito este inútil rebelde. Como un fuera de foco de la tormenta donde me desterré tan fuerte para seguir siendo lo que soy. Esa nada habitada por todos los sabores que no puedo siquiera explicar. Sigo caminando; esa nada camina; peleando con molinos de agua, devorando gigantes aves de fuego.    Sudando el terror de ese momento tan feliz.
 Sigo escribiendo sin temblar mi pulso, con mi escasa lectura, escasa ciencia y vació de religión y cánones y  tiempo.
 Soy la nada vestida de gala que puede hacerla bailar hasta marearla.
 Soy la voz que endulza oídos y la historia que irrita a la camaradería mas realizada. Enfurezco al viento, confundo al fuego y rebalso a la tierra. Como el sabio mejor entrenado para simbolismos, como el filosofo más mal educado, como el obrero mas inconstante, como el educador más libertario, como el vago más refugiado, como el músico menos interesado, como el cantante mas enviciado.
 Como sabiendo que nunca sabre lo que diré  aunque lo haya elaborado, porque ese es el arte del escritor más esencial.

                                                                                                                                           G.P.