sábado, 26 de noviembre de 2011

Esa nada caminaba.

Una percepción ansiosa naufragaba,
Una pupila cercana reía.
Pastos y antílopes
Susurros y temores de los revelados
Buscando en palabras salvajes que apenas me movían 
Y la fuerza de mi salpicar perlas andrógenas
Sin rencor bailaba desnuda...
El tiempo se perdía en sombras de manteles inhabitables
Y la cosa se formaba circular, tremenda y volátil.
Mantos tardíos describían el vértigo que acariciaba el sol lunático por delante de la escena
toda perfecta cedió la nada.
Le rien, le rien...

                                                                Grullio Pozarli.

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